viernes, 14 de mayo de 2010

CUMPLEAÑOS FELIZ

A veces me parece que llevo con ella toda la vida. Conozco sus gustos, sus miedos. Sé lo que le alegra el día, y sé lo que la llena de tristeza. Conozco su ayer y su hoy, su infancia, su juventud, su vida actual.

Sigue siendo aquella chica rubia, guapa e ingenua que conocí hace mucho tiempo, con esos increíbles ojos azules en los que uno se pierde cuando te miran. Un poco menos ingenua, claro, y bastante más sabia. Un poco bruja, incluso. Con una claridad de ideas que roza la precognición, en algunas ocasiones.

Se ha convertido en una profesional brillante. Desengañada, resolutiva, eficaz. En un honrado mercenario, como diría nuestro admirado Pérez-Reverte. Que es casi lo máximo a lo que se puede aspirar a ser (profesionalmente).

Pero fuera de su mundo profesional sigue siendo ella, la chica tímida de hace tantos años. Generosa, leal. Alegre, divertida. Inteligente. Buena. Capaz de convertir con un simple gesto el mundo en un lugar mejor.

Le gusta la música española (“quiero entender lo que escucho”), y yo la odio. Le gustan algunos libros que yo quemaría. Le deprimen las películas románticas, y a mi encantan. Es capaz de crear un caos en una habitación de 20 m2 y conseguir que nada esté donde debe estar (algo que me pone de los nervios). Y su capacidad para perder cosas es legendaria (documentos en un taxi, o en la parada de un autobús, o las llaves del coche en un cajero, o…¡una pizza! ¡en su propia casa!).

Le encantan los regalos, y disfruta con el pequeño ritual que supone deshacer el envoltorio, ojear la sorpresa, sentirse agasajada. Le apasionan los cumpleaños y los Reyes Magos, y ha conseguido transmitir esa pasión a sus hijos (aunque nunca ha superado por completo la decepción del día que supo que los Reyes eran los padres).

Es adicta al café, y le chiflan los bombones. Le gusta el fútbol (gracias a Dios somos del mismo equipo, lo que seguramente ha evitado algún que otro derramamiento de sangre). Y cuando consigue disponer de la tarde del domingo para leer el periódico a sus anchas, con tiempo suficiente y sin nadie que la moleste, se siente la persona más feliz del mundo.

Por encima de todo, es cariñosa, y sabe querer con generosidad. A su familia, a sus amigos. Y a mi, lo que, siempre que lo pienso, me cuesta comprender.

Hoy cumple 38 años. Pasará el día rodeada de los que la quieren, y recordará a los que la querían y ya no pueden estar. Disfrutará de sus regalos. Disfrutará de su día especial.

Deseo, de todo corazón, que sea muy feliz.

Que pueda disfrutar durante mucho tiempo de los que la quieren.

Que todos sus días sean especiales.

Feliz cumpleaños.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya, una persona con suerte!